¡Hola hola universos y curios@s!
Continuamos éste caluroso mes de agosto adelantando una de las lecturas pendientes que más ansiaba dar por zanjada antes de finalizar el año, ya que su primera parte me dejó con un muy buen sabor de boca y tenía muchísimas ganas de concluir la historia de sus protagonistas.
Efectivamente, os hablo de "Todo lo que somos juntos" de Alice Kellen, una autora a la que descubrí hace unos meses de casualidad y por la que, sin duda alguna, volveré a apostar en un futuro no muy lejano.
IMPORTANTE
Tal y como os digo siempre en éste apartado al tratarse de una bilogía, trilogía o saga, es que es INDISPENSABLE haber leído con anterioridad sus partes antecesoras.
En éste caso en concreto"Todo lo que nunca fuimos", la primera parte de éste "Deja que ocurra".
Si no es así, os invito amablemente a dejar de leer ésta reseña, ya que a éstas alturas del partido no puedo asegurar que no se me escape algún que otro spoiler de la primera parte.
Dicho ésto... ¡Empezamos!
OPINIÓN PERSONAL
Luego de los sucesos acontecidos en "Todo lo que nunca fuimos", la novela nos sitúa tres años después. Tres años en los que Leah tuvo que dejar atrás el pasado y al que fue el amor de su vida, Axel.
Pese a todo pronóstico, nuestra protagonista no ha conseguido olvidar todo lo vivido su lado. Sin embargo ha intentado por todos los medios continuar adelante con su vida en Brisbane y parece que por fin sus sueños se están haciendo realidad, ya que le falta muy poco para finalizar su carrera y está a punto de poder exponer algunas de sus obras en una galería.
Axel por su parte continúa viviendo en Byron Bay, ahora es agente en una galería de arte y trabaja codo con codo con Sam, su compañera.
A diferencia de Leah, el no se autoengaña en cuanto a sus sentimientos... Pues sabe perfectamente que lo que vivió junto a ella fue real. No obstante intenta convercerse a sí mismo de que hizo lo correcto alejándola de su vida para que "viviera", tal y como hizo él en su momento.
Por azares del destino (y gracias en gran parte a Oliver, el hermano de Leah) sus caminos vuelven a cruzarse ésta vez, de una manera un tanto diferente. ¿Lograrán hacer a un lado el pasado? ¿Podrán trabajar juntos sin que lo vivido interfiera en el presente?
No quiero terminar el apartado de "opinión personal" sin hablaros un poco de los cambios que han sufrido ambos protagonistas, y es que a diferencia de la primera parte puedo decir que Axel a dado un cambio enorme en cuanto a personalidad, y para bien.
Por fin se ha dado cuenta de que hay veces en las que hay que luchar y afrontar los hechos por las cosas que uno quiere de verdad, que no hay que rendirse al primer obstáculo. Y éste cambio sin dudas ha logrado que me encariñe y empatice muchísimo más con el personaje.
En cuanto a Leah no puedo decir lo mismo precisamente, ya que me esperaba un cambio mucho más positivo en su persona y me he topado con todo lo contrario, puesto que en ocasiones sigue comportándose como una cría y éso precisamente es lo que más me ha sacado de quicio en medio de la lectura. Aunque bueno, también es verdad que casi al final de la novela ésto último cambia y parece que al fin vemos a una Leah mucho más madura y consecuente, cosa que también es de agradecer.
RESUMIENDO
En "Todo lo que somos juntos", la pluma de Alice Kellen no ha cambiado un ápice. Sigue resultándome ágil, sencilla y fresca lo cuál hace que nos podamos sumergir enteramente en la historia y que no podamos despegar la vista de ella.
Pero también es cierto que en ésta segunda parte respecto a la primera, me ha parecido que hay bastante "relleno" y que hay situaciones que se podría haber ahorrado para no alargar de forma innecesaria la historia.
En resumidas cuentas, ¿es un buen final para la bilogia? por supuesto. Pero si lo comparamos con "Todo lo que nunca fuimos", ésta parte es menos intensa (al menos a mi punto de vista).
PUNTUACIÓN
3/5
"Bueno"
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