¡Saludos universos y curios@s!
Sí, ya sé lo que me vais a decir (y con toda la razón del mundo)... Me vais a decir que en la respectiva reseña de "Almas mortales" dije que no iba a leer, ni muchísimo menos comprar ésta segunda y última parte de la bilogía "Almas eternas", lo sé perfectamente. Pero es que no tolero dejar las sagas a medias, y entre eso y que vi el libro por menos de seis euros en mi librería habitual pues ¿qué queréis que os diga? A semejante precio, no pude decir que no.
En ésta ocasión, la autora continúa la historia justamente donde la dejó en el primer libro, sí, justo en ése final "intenso" (aunque bueno, creo que ya a éstas alturas del partido está de más decir que, incluso con ése final... Ni la historia ni los personajes, terminaron de cuajarme). Tiene un total de 552 páginas en su haber, divididas en ochenta y tres capítulos que lejos de hacerse cargantes para el lector, son bastante breves y ligeros de leer. La edición es de lo más sencilla, rústica con solapas. En cuánto a la ilustración de la portada, si he de decir que tanto ésta como la de su predecesor son bastante llamativas (el ala con la cinta rosa enredada en la que lleva escrita el título de la novela) y la única diferencia que tienen entre ambas es el color de fondo, puesto que en "Almas Mortales" predomina el color negro mientras que en éste "Almas Eternas", el color protagonista pasa a ser el blanco.
Después de que en el libro anterior, Evelyn fuese lanzada desde un balcón por Atticus y que (como era de esperar) éste la salvara del fatídico final que le esperaba, tal y como dije en el apartado posterior, nos encontramos justamente donde la autora nos dejó en la novela anterior. La trama (salvo alguna que otra subtrama que para mí la verdad, carece de importancia alguna) sigue yendo por los mismos derroteros, es decir, sigue girando en torno a la "relación" de ambos protagonistas. Por una parte tenemos a Atticus, el cuál seguirá intentando por todos los medios ganarse el amor de Evelyn y luego, por otra la tenemos a ella, que sigue dudando entre su propia felicidad o la salvación de la humanidad.
Hablando un poquito más sobre las subtramas a las que hice mención en el párrafo anterior, creo firmemente que éstas podrían haber dado muchísimo más de sí de no ser por la pésima ejecución de la autora a la hora de ponerlas en práctica. En algunas de ellas, apenas se hace mención alguna como por ejemplo, la guerra entre Australia, Venecia, los rebeldes vs Atticus. Son sucesos que la propia autora ha ido desencadenando a lo largo de la trama a los que después, no ha sabido poner término de manera aceptable, dejando así más de un cabo suelto que huele bastante a "chamusquina".
En cuánto a los personajes, para mi sorpresa, aquí Molly nos ha presentado a algunos nuevos como es el caso de Lucifer, Aspen, Samuel, entre otros pero tal y como me esperaba, prácticamente no ha profundizado nada en ellos y ha decidido volver a centrar toda "su/nuestra" atención en la malsana relación que mantienen los protagonistas de ésta historia (algo que no sería tan malo si los protagonistas y su historia fuesen interesantes o por lo menos, entrañables). En vez de eso, nos volvemos a encontrar con el mismo dilema que en "Almas mortales", cosa que ya aburre por momentos. Aunque en ésta ocasión reconozco que Evelyn ha espabilado un poquito más y se enfrenta e impone con un pelín más de frecuencia a todas ésas situaciones que no le gustan. En cuánto a Atticus... ¿Qué puedo decir? Sigue tratando (o más bien maltratando) de la misma manera a Evelyn, degradándola por momentos. No me vale la excusa de la oscuridad. Soy plenamente consciente de que Atticus es el villano por excelencia de ésta historia, no hace falta que la autora se empeñe en darle más énfasis de maldad al personaje porque, lejos de hacerle "más malo" lo hace ver ridículo. Hay villanos entrañables (porque los hay, y por doquier), pero Atticus no llega a ser ni una migaja de ello. Es un personaje que simplemente produce repulsión, sin más.
Para ir acabando éste apartado, voy a centrarme en el final... Y es que ha sido un "meh" en toda regla, además de precipitado hasta decir basta. Molly... ¿En serio me estás diciendo que una bilogía de éstas características se merecía únicamente un final de dos míseras páginas? ¿De verdad? En fin...
Bueno, pese a que desde la primera parte ya la cosa no auguraba nada bueno, y que sabía perfectamente que ésta historia no iba a mejorar casi en nada, me reafirmo en lo que dije en la reseña de "Almas mortales" y reafirmo también lo dicho en ésta sobre su continuación. Es cierto que es una novela muy ágil, que se lee muy rápido, y llega a entretener gracias a la pluma sencilla de la autora. Pero los diálogos siguen dando cierto cringe de lo infantiloides que resultan a veces y los matices de los personajes principales son poco memorables (para bien) además, si a eso le sumamos una trama insulsa que parece no avanzar nunca, y unas subtramas que han dejado a su paso algún que otro cabo suelto pues... ¿Qué queréis que os diga? Una absoluta y total decepción.
Aunque bueno, voy a mirar por el lado positivo. He acabado la bilogía y para rematar, no la tengo incompleta en la estantería (lo cuál me puede causar ciertos ataques de toc).
Molly Night nació en la ciudad de Harbin, China, y aprendió inglés a los doce años viendo la televisión, siguiendo series, escuchando música y leyendo la saga Crepúsculo. Pasa los días bebiendo demasiadas tazas de café para mantenerse despierta y cuidando su eterno resfriado. Vive en Inglaterra y empezó a escribir su novela en Wattpad con quince años.
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